¡Mi mayor deseo!

Un amable lector de mi blog "Piensa en Dios", tuvo la cortesía de exponerme que le agradaban los temas abordados en mi blog, pero que veía una dificultad: no había temas enfocados y redactados directamente para el público infantil que él pudiera recomendar en su Escuela Dominical. Mi primer pensamiento fue abrir un blog aparte con esa orientación, pero consideré que tal proyecto aún no podría cumplirlo en el presente por la cantidad de blogs en los que ya actualmente escribo. Probablemente lo lleve a cabo posteriormente; pero, para complacer el requerimiento antes descrito, ofrezco esta fábula llamada "¡Mi mayor deseo!, que la pensé para el público infantil, pero que tengo la certeza que la moraleja también pueda tocar corazones adultos. Los invito que la lean a continuación:

FABULA:
Una linda mariposa, muy temprano se levanta a volar por un hermoso jardín. Al contemplar la belleza del amanecer, se extasia por la grandeza del Creador, y exclama: Mi mayor deseo, sólo podría ser, convertirme en humano para alabar al Creador de tanta belleza.

Y, la mariposita, vuela y vuela, y puede divisar en su vuelo la belleza tan indescriptible de las flores, sobre las cuales no puede evitar posarse, y exclama: Mi mayor deseo, sólo podría ser, tener la dicha de los humanos de poder proclamar alabanzas al Creador de tanta belleza.

Pero el asombro de la mariposita no cesaba. ¡Cómo puede haber tan rica fragancia en tan hermosas y tan variadas flores!. Y se posaba sobre otra flor, y su olor era muy atrayente. Y luego, en otra, y en otra, y en otra, y pensó: increíble, cada una parece tener mejor fragancia que la anterior. Y de su admirado corazón, sale su afirmación más inspirada: Mi mayor deseo, sólo podría ser, que el Creador me diera tan sólo unos segundos, los suficientes, para gritar mi alabanza a su Magnífico Nombre, por tan magnifica creación.

Una fresca brisa la conduce a diferentes partes del jardín. ¡Que clima tan agradable!, y emocionada pensó: ¡es que el Creador realmente pensó en todo!; pero, un brote de nostalgia invade su corazón, porque reflexiona que no pensó en todo: porque, la mariposita que quería alabar a Dios, se da cuenta que su Creador no pensó que alguna mariposita, así como ella, querría alabarle y no puede, por lo que vuelve a exclamar: Mi mayor deseo, es ser humano por unos segundos, tan sólo por unos segundos, para poder agradecer al Creador tanta sublime belleza.

De pronto, ve salir a unos humanos, y los observa todos estresados, algunos hablando malhumorados, y llevados por la prisa. Y pensó la mariposita: no puedo creer que los humanos sean tan insensiblemente ciegos a tanta belleza, y que no se den cuenta del privilegio que les dió el Creador de poder proclamar con sus labios alabanzas de agradecimiento.

Y, casi que con envidia a esos ingratos humanos, exclama la mariposita: definitivamente, ¡mi mayor deseo!, es ser humano por tan sólo unos segundos, para poder darle gracias al Creador por tanta belleza.

La Moraleja es: El ser humano desperdicia la invalorable bendición que le brinda Dios de poder aclamar la grandeza de su Creación. Ninguna especie sobre la tierra recibió semejante privilegio. Y, lo más triste: ni siquiera se percatan de que tienen ese privilegio.

Nota: Siento un profundo respeto por los educadores de niños. Considero que son ellos los más capacitados para exponer un material para esta edad. Pero: quise seguir el ejemplo de la mariposita: por tan sólo unos segundos, ponerlos a pensar en las bendiciones y privilegios que recibimos de Dios, y que muchas veces no apreciamos cabalmente. Procuraré anexar otros post para público infantil, y agradeceré comentarios para mejorar el enfoque de los mismos.

Reflexión final: ¿Sientes tú un deseo semejante al de la mariposa de esta fábula?, ¿es tu mayor deseo el disponer, aunque sean unos mínimos minutos para proclamar la grandeza del Creador del Universo?