
La Biblia enseña que Dios tiene un cuidado especial por las viudas y que no las desampara. Varios pasajes bíblicos enfatizan la responsabilidad de cuidar de las viudas, tanto por parte de la familia como de la comunidad. Además, se presentan ejemplos de cómo Dios mismo actúa como protector y proveedor de las viudas.












